El regreso discográfico de Peter Gabriel con «I/O» ha dejado boquiabiertos a críticos y fans, marcando una de las noticias más relevantes del cierre del 2023. A sus 73 años, el músico británico entrega una joya inesperada, pero lo intrigante es el motivo detrás de más de dos décadas de silencio creativo. Este álbum, con un título tan minimalista como su contenido («i/o»), se revela como una obra soberbia, demostrando que la calidad supera a la cantidad.
Tras una pausa creativa de 21 años, Gabriel regresa con una propuesta que se sitúa a la altura de sus trabajos más destacados. «I/O» es un golpe en la mesa, una afirmación de que la genialidad musical no necesita prisas ni producciones en serie. La comparación con la vuelta de Bowie en 2013 con «Next Day» es inevitable; ambos músicos despliegan su paleta sonora, mostrando su destreza estilística y savoir faire.
Peter Gabriel, siempre un caso peculiar, no solo ha mantenido un prolongado hiato creativo sino que ha presentado un single en cada luna llena y dos versiones del álbum, Bright Side y Dark Side, fruto de su colaboración con Mark «Spike» Stent y Tchad Blake. Aunque la diferencia sea sutil para oídos comunes, para Gabriel marca una distinción significativa.
Las canciones son el corazón de «I/O». Desde la apertura con «Panopticom», una afirmación clásica de Gabriel, hasta la magnífica «Playing for time» que evoca los años dorados, cada pista tiene su encanto. «Four kind of horses» con la colaboración de Brian Eno destaca por su magia electrónica, mientras que «Road to Joy» y «So Much» ofrecen frescura y belleza infinita. «Olive Tree» destaca con su estribillo pegajoso y «Love can heal» agrega una nota nostálgica.
La parte final del álbum, con «This is home», «And Still», y la emotiva conclusión «Live and let live», exhibe la clase, elegancia y belleza distintivas de Gabriel. En resumen, «I/O» es un regreso triunfal que demuestra que el tiempo invertido ha resultado en una obra maestra.
